21 diciembre 2010
14 diciembre 2010
Y apenas empiezan las vacaciones.
Las moronas del pan se me atoran en las barbas, barbas que bien podrían ser comparadas con vellos de sobaco; mis dreads están hechas un desmadre.
Tenía puesto un pants, unos tenis deportivos y una playera al revés, osea vestimenta que bien se pudo haber usado de pijama y así me fui al centro comercial más nice del país Querétano. Ese día me levante a la una pe eme. Y aún así solo había dormido seis horas. ¿Para qué me arreglo? ¿Para quién? De camino a encontrarme con F vi una pareja de vagabundos. Podría caminar junto a ellos y mee homogeneizaría con la clase. No tengo que impresionar a nadie, no me corresponde, no es mi obligación.
¿Alguien quiere definir "valeverga"?
¿Alguien quiere definir "valeverga"?
Hoy tenía que ir a consultar dos calificaciones en dos lugares separados, al mismo tiempo. Podía ir a uno y llegar tarde al otro. No fui a ninguno. En lugar de hacer eso hice un par de llamadas y ta-da. Supe lo que necesitaba. Es el extraño caso de inteligencia que se confunde con pereza, o viceversa. Pude haber ido y gastar $19.5 en pasajes y aproximadamente 3 horas de mí tiempo. O hacer esas llamadas que no fueron más de $9 y quedarme esas tres horas soñando. Mirando para adentro.
Pero al mismo tiempo, algo interesante pudo haber pasado si me hubiera salido de esa cama.
Prometo mañana hacer esa tarea, empezar a leer ese libro, hacer ejercicio, y levantarme temprano.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)