23 noviembre 2011

Hubo un tiempo, hace un par de años, en el que me consideraba capaz de dar la vida por quien fuera, sacrificarme por un completo extraño. Pero hoy me doy cuenta de que lo que yo padecía era un severo caso de vanidad; estaba confundiendo la esperanza de que una persona valorara más su vida con mis ganas de volverme héroe. 

A lo que yo aspiraba era a la inmortalidad, al reconocimiento, ser recordado como alguien que hizo algo importante, pero sobre todo, bueno. Pero si algo he aprendido de la humanidad es que olvida. Olvida rápido y fácilmente, y las cosas buenas y memorables las olvida con mayor anhelo. 

Estaba sumergido en un pensamiento ingenuo. ¿Hacerme inmortal? ¿Solo por salvar a otra persona? Estaba pensando como un comediante. Se necesitaba salvar a una nación para que me recordaran unos cuantos años.

Ahora reflexionaría mucho antes de dar mi vida por otra persona, y solo si no hay otra opción, pero ya no por heroísmo, sino por otros factores y circunstancias. 

La verdad es que, también, poca gente merece ser salvada, no puedo evitar sentir la miseria que todas las personas cargan, su inútil visión del futuro. El ser humano, como especie, deja mucho que desear. Incluso la muerte no se ve tan mal si se le analiza bien. 

Aspiraba a la ineficaz y superficial inmortalidad. ¿Quién soy yo? ¿Una deidad?

15 noviembre 2011

Los nuevos sitios de intaernets han dejado de ser pagina 1 y luego 2 y así para ser una página que carga inmensamente hacia abajo hasta la noticia más antigua; (facebook, twitter, tumblr, etc...) y eso jala un chingo de memoria. Mi computadora usa una lata de chiles en escabeche como procesador y galletas saladitas gamesa como memoria ram. No me jodas, web 3.0, agarra el pedo, no soy burgués y también necesito cariño y comprensión a mis necesidades. 

No hagas que mi navegador se vuelva a colaps

11 noviembre 2011

Quédense con su música chingona que yo estoy bastante a gusto con mi música de cagada. En realidad me tiene sin cuidado su concepción de lo que es el bien y el mal; he visto a la gente que más respetaba contradecirse de las maneras más insultantes y decadentes; he visto a la gente del cuadro de honor de la secundaría tener hijos antes de los 20, y lo que es peor: tener errores ortográficos horribles, o dejando la dignidad en un vaso con tequila. 

Todo el mundo es un montón de lo mismo: “Yo no le hago caso a nadie, digo lo que quiero; nadie me dice como pensar; manejo mi vida como se me antoja; etc.” Pero acá, siendo ya bien bien honestos, nada de eso es cierto. Apenas hacen lo que pueden. Esa falsa idea de libertad que no existe. La libertad es algo que está fuera de nuestras manos; está lejos de nuestro control. No podríamos con ella ni aunque la tuviéramos. 

Paréntesis. No hay peor mentira que una persona diga que es inteligente, o sarcástica, o que te diga que te va a conseguir trabajo; o que te diga que quiere una relación seria; o que te mire a los ojos y te diga que te quiere y que la vuelves loca; o que… uff. 

Sabiamente ya lo dijo el profesor wudewose: “Me viene valiendo verga lo que para ustedes es la realidad.” O algo así.