15 febrero 2013


El cine de Tarantino es como las hamburguesas.

A muchos les gusta, o más bien, le gusta a todos los que conozco; saben bien y se disfrutan. Pero al final del día, sigue siendo chatarra que en realidad nada contribuye a ti.

Cuando una persona elogia una película de Tarantino en ningún momento me pasa por la cabeza que esa persona posea buen criterio, es como algo muy poco definible en una persona.

No digo que haya que odiar o menospreciar este cine, pero  ponerlo como un máximo me parece exagerado e innecesario.

Hay que evitarlo en la medida de lo posible, pero si se te presenta, disfrútalo. Supongo.